sábado, 28 de febrero de 2009

Delirios de Razón


La exposición de David LaChapelle simplemente fue extraordinariamente perturbadora pero es una perturbación que complace y a la vez dá pauta a la reflexión.

David encuentra, descubre y afirma en la cultura pop que la auto-agresión es poderosamente glamurosa y estética. Eso es algo que no se puede encontrar en otras corrientes artísticas.

En la exposición en el Ex-Colegio San Ildefonso: erróneamente y feamente se le llama David el Fellini de la fotografía (¿será por que utiliza mujeres obesas, el resaltar los escenarios, caricaturización de acciones?) En realidad esa comparación se me hace bastante pendeja pues en David también destaca y lleva al límite la esteticidad de personas que se les denomina vacías. Cosa que Fellini hacia películas para hacer caricatura escenas de su vida como la adoración ridícula a mussolini y los vecinos bizarros que tenía en su infancia ... DEJEN A FELLINI EN PAZ!!! 

La reinvención de los recursos materiales para hacer fotografía son de llamar la atención. Por ejémplo el cartón (que para los "artistas" es preferible trabajar con caca) es un elemento expresivo por si mismo ya que muestra la contradicción del glamour de un coche impreso en un material 10000 veces reciclado o alguna deidad representada en cartón.

Algunos críticos dicen que LaChapelle muestra claramente el vació existencial en Hollywood o el estado en el que esta transitando el mundo pero prefiero decir que el artista está llevando este vacío a un total lleno. Pues en las obras basadas en Miguel Angel como el apocalipsis representa que hay un lleno en nuestras vidas que aparentemente hemos olvidado algunos valores humanos pero en sus imagenes siguen estando ahí....


La Chapelle tiene varios "statements" que me dejo en mi ser como : un Jesucristo que ronda por las calles de Harlem, que sufriremos una perdida de alguien tal como Maria cuando falleció su hijo, que podemos llegar al cielo con nuestra vestimenta Gucci y maleta Louis Vuitton y San Pedro estará felizmente dandonos la bienvenida con celestiales martinis.

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